Mucho antes...
Y... por última vez caí del cielo en picado hacia las profundidades mas oscuras, tenebrosas e inimaginables que la tierra podría ofrecer. Creando un gran agujero totalmente instantáneo, desapareciendo tras de mi y abriendo paso con mi espada.
llegué al centro de la tierra y creé el mal... en un universo paralelo, en un portal creado por mis manos y el fuego del mismo centro de la tierra. Otro mundo, un submundo totalmente infinito y desesperante.
-Estoy harto de obedecer las órdenes de mi padre! a partir de ahora me temerán-grité con furor.
En la actualidad...
En la colina verde me hallaba, en una hora nocturna, observando, como siempre la ciudad y hablando con un lejano y fiel compañero.
-Tantos años han pasado ya... viejo amigo, mi tremendo odio por los humanos no ha disminuido..
-Lo sé Bladius, puedo notar el odio en tus ojos. Aún así, llevo años sin ver como desatas un caos entre ellos... Que te ocurre?- respondió.
Las alas se encogieron al escuchar esas palabras, como si me entrasen ganas de destruir el mundo... contuve la rabia, cerrando los puños con fuerza y respondí.
- Reik... Siempre odiaré a esta maldita patraña que infesta el planeta, sin embargo siempre tendrán algo con lo que me sorprendan, a veces bajar a ellos, camuflarte y observar como hacen sus quehaceres, llegas a comprender porque de sus comportamientos...
-Entiendo viejo amigo.
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