capitulo 4.
Era pleno agosto, lo recuerdo como si fuese ayer. Un día bastante caluroso, ese día nos despertamos de la casa de Sonia, yo estaba enfermo esos días.. a pesar de ello fuimos a la montaña de Can Zam. Uff que calor hacia ese día jajajaja.
Jugamos a cartas, a perdernos por la montaña, pero, yo me rendí muy pronto, apenas tenía fuerzas, quería escalar por las montañas para experimentar eso contigo, quería subir contigo, logré subir una buena parte, pero mi cuerpo dijo basta aunque mi mente se resistiese, finalmente bajé, tu bajaste y al rato volviste a subir con Javi otra vez.
Cuando me metía con Aaron, “Aaron, que la tenemos!!” jajajaja, cuanto echaré de menos esas situaciones.. Esas risas que parecían que iban a ser eternas… porque tuvo que ocurrir tan pronto.. Regresamos a casa por la tarde, pues nos vimos al día siguiente.
Todo era rutina, cada día subías a mi casa, era la rutina perfecta pues nunca me cansaría de ella, fue el mes que más nos llevemos bien, pues no te di ninguna charla, ya no dependíamos de nadie, era un tu y yo, como el día de tu cumpleaños… nos lo contábamos absolutamente todo, dicen que la pareja perfecta no existe… pero contigo lo logré… Recuerdo otro día, que en vez de estar en mi casa, nos fuimos a dar una vuelta bien larga, hablando de todo. Recuerdo que te querías parar en medio de un paso de cebra para que los coches pitasen, que vergüenza pasé! Jajajajaja querías hacer una locura conmigo no quería que ese día acabase, quería dormir contigo de nuevo y despertarme a tu lado como muchos días anteriores, pero ese día no podía ser…
Sentado frente mi ordenador, con una cerveza y un cigarro escribiendo todo esto, me da vueltas la cabeza, estoy en el pleno olvido.. Como dirían muchos religiosos.. en la perdición.. Como deseo que acabe esta maldita pesadilla.. Darme un fuerte golpe en la cabeza y no recordar nada de estos últimos años.. Pues eso sería de cobardes.
El cuarto mes.. Casi la final de nuestra relación, quien lo diría.. Veo el espejo que me regalaste a los dos meses.. Ese espejito súper mono en la estantería..
Este mes no hubo gran cosa, estuve enfermo la mayoría de días de este mes. Pero tú no te separabas de mi, cada día subías a mi casa, haciéndome compañía, diciéndome cada dos por tres que me querías.. Abrazándome, en vez de ir con los amigos, te quedabas conmigo estirado al lado mío en mi cama, durmiendo juntos. Yo te decía “vete con ellos a pasártelo bien” y tú me decías.. “no, quiero estar aquí contigo”. Uf.. Esto es muy duro para mí.. No puedo seguir escribiendo este capítulo, fue un mes muy dramático.. Pues tengo miedo de escribir el 5 y ultimo capitulo.. Espero tener fuerzas para hacerlo.. Te dije que escribiría nuestra historia, y así lo haré.
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